martes, 19 de agosto de 2008

Hablar de política

(Aquí, el autor hubiera querido poner una página de puntos. «No será gracioso —le dijo el editor— y, tratándose de un escrito tan frívolo, no ser gracioso es como morir.»

—La política —prosigue el autor— es una piedra atada al cuello de la literatura y que, en menos de seis meses, la sumerge. La política, cuando existen intereses de imaginación, es un pistoletazo en medio de un concierto. Es un ruido desgarrador sin ser enérgico. No puede concertarse con ningún instrumento. La política que sigue ofenderá mortalmente a la mitad de los lectores y aburrirá a la otra, que ya la habrá leído en el periódico de la mañana en forma mucho más especial y enérgica...

—Si sus personajes no hablan de política —continúa el editor— no son franceses de 1830 y su libro ya no es un espejo, como usted pretende...)


En mitad de la narración, Stendhal intercala un paréntesis algo sarcástico.

Stendhal. "Rojo y negro".

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