jueves, 11 de diciembre de 2003

En defensa de los ebooks



Dice Brandon Barr que los ebooks no hacen otra cosa que imitar pobremente a los libros tradicionales.

The notion that we should simply use digital media to recreate analog ones seems misguided. For instance, the current furor over e-books centers on the yearning for e-books to be “like books, only better.” E-books attempt to offer an intuitive interface based on the print notion of a book; as a result, they do nothing more than poorly recreate the experience of a book without expanding the possibilities of the book.


No voy a negar el resto de lo que dice, que la verdadera meta de la industria no es el procesador de texto, sino la consola de videojuegos. Pero sí es fácil decirle que un libro electrónico tiene un sinfín de posibilidades. La primera, se puede mandar por correo electrónico. Otras, las posibilidades de anotar, de marcar, de hacerlo tuyo con lo que quieras añadirle, empezando por ilustraciones; compartir tu versión del libro con todo el mundo.

Pero es una discusión vieja, y siempre pierden los mismos. Chaplin no consiguió que se impusiera el cine mudo frente al sonoro, ni otros evitaron que triunfara el color.