jueves, 10 de octubre de 2002

El futuro según Mendoza


Los disparatados personajes de Mendoza recorren la galaxia de estación en estación víctimas de pillos, truhanes, farsantes y charlatanes. Curiosa mezcla la de ciencia ficción y la de picaresca española, inevitable en un Mendoza que tiñe de la segunda todo lo que escribe.

Todo el mundo le reprocha a Mendoza que no se siente a escribir algo serio. A lo mejor están esperando un tratado metafísico de este genio. Yo le pediría que siga delirando con sus historias, y que no les de muchas vueltas, me gustan así.

Para garantizar la libertad se destruyeron todos los registros. Se institucionalizó la tolerancia completa de creencias, ideas y conductas individuales no delictivas, pero se prohibió cualquier forma de identidad colectiva y sus manifestaciones externas, salvo las de certificada estupidez, como el fanatismo deportivo y los estudios universitarios.


Eduardo Mendoza. El último trayecto de Horacio Dos